CONCENTRACIÓN DE BAÑISTAS EN LAS ZONAS MENOS PROFUNDAS DE MARES, RÍOS Y PISCINAS.

En la vida no ganamos para sorpresas y éstas suelen ser casi siempre negativas pues resulta muy difícil encontrarse con alguien a quien le haya tocado el premio gordo de la Lotería mientras que, charlando superficialmente con cualquiera, es muy fácil dar con alguno a quien le ha pillado de sopetón la muerte de un amigo o de un pariente.
Pedro Fernando Fernandez PerdicesHay sin embargo un tipo de sorpresas que podríamos denominar «intermedias» que carecen de las cargas de negatividad o del valor a priori positivo que poseen las señaladas.
En esta clasificación intermedia de imprevistos cabría situar al que, a medida que nos acercamos a la zona fronteriza entre la tierra y el agua, nos produce la alta concentración de bañistas en las aguas menos profundas de los mares, los ríos, los pantanos o las piscinas (sobre todo las municipales).
Un par de requisitos previos para que se produzca la sorpresa que siempre se deriva de una concentración digna de tal nombre es que haga buen tiempo y que la diferencia de altura entre la zona terrestre y la acuática no sea superior a -pongamos- medio metro. Pedro Fernando Fernandez PerdicesObviamente, si el diferencial entre zonas alcanza una cifra significativa como en el caso de los fiordos noruegos, del cañón del Colorado o de la presa Shuangjiangkou, los bañistas tienden a alejarse hacia lugares donde las vistas sean menos espectaculares.
Si trazáramos una línea entre Punta Umbría, en la provincia española de Huelva y la playa brasileña de Ipanema, podríamos afirmar sin lugar a dudas que los bañistas se apelotonan en un área muy concreta en la que las aguas van y vienen según el estado de la marea, disminuyendo su número a medida que va dejándose de hacer pie y quedando prácticamente extinguidos como especie a unos 200 metros de la línea de costa.
Como excepción, permítasenos afirmar que, en ocasiones, puede producirse una alta densidad de bañistas en alta mar pero no es habitual que ésta acontezca si previamente no ha tenido lugar el naufragio de un barco o la caída de un avión en medio del océano, casos ambos en los que los bañistas tal vez no deban ser considerados como tales puesto que no suelen aparecer ataviados con un traje de baño que acredite fehacientemente su condición.Pedro Fernando Fernandez Perdices
Quizá en el hecho de que los bañistas pertenezcan en su mayoría al grupo de homínidos anatómicamente modernos y no al grupo de los peces, radique la respuesta última al por qué de esta alta concentración de seres inscritos en el Registro Civil a los que se acostumbra a comprar un bañador antes de haber demostrado su calidad de bípedos.
Sin embargo, hay una película de Kevin Costner en la que parece ser que al protagonista le están saliendo unas membranas interdigitales natatorias del estilo de las que tienen los patos y los anfibios pero, como es ya hacia el final de una película que dura más de dos horas y no se dan más explicaciones, nos dejan con la duda de si, con el desarrollo de estas membranas en todos los que andan chapoteando por Punta Umbría o por Ipanema, sería posible que un número significativo de los mismos se alejase hacia zonas más profundas y los de los chiringuitos tardasen menos tiempo en servirnos un par de espetos de sardinas o un Açaí na tigela com granola.Pedro Fernando Fernandez Perdices
Pedro Fernando FERNÁNDEZ PERDICES